Las dominantes secundarias

Según Walter Piston en su famoso tratado de Armonía, el principio de la dominante secundaria junto al acorde de dominante son considerados como los elementos más importantes para generar armonías en tono a la dominante. También indica que las armonías en torno al sonido de dominante fue un recurso común que prevaleció hasta finales del siglo XIX.

En muchas obras es posible observar que aparecerán diversas alteraciones (sostenidos, bemoles o becuadros), las cuales se consideran alteraciones cromáticas de la escala diatónica.

Estos símbolos no necesariamente indicarán la existencia de una modulación. Algunos podrían ser considerados como notas cromáticas, notas de paso, o alteraciones que cumplen una función especifica dentro de la armonía.

Las dominantes secundarias refuerzan a la tonalidad y se definen como la dominante de cualquier grado que no sea la tónica.

En un esquema armónico secuencial, cada acorde puede ser la dominante del siguiente. Los acordes para los cuales actúan como dominantes secundarias se definen como tónicas secundarias.

En este ejemplo puedes ver cómo actúa el principio de dominante en la conducción de una serie de voces en la tonalidad de Do mayor.

(Ejemplo tomado del libro de Armonía de Walter Piston)

En este caso, el D7 ubicado en el tercer tiempo del tercer compás actúa como dominante secundaria del G7 que va posteriormente a la tónica en Do mayor. Sucede el mismo caso a partir del tercer tiempo del quinto compás antes de terminar el ejemplo en la tónica, Do mayor.

El uso de las dominantes secundarias proviene de la Edad Media y es un recurso muy extendido en la armonía. No solo ha sido común en la música académica sino también en otros géneros populares del siglo XX como el blues, el jazz, el rock entre otros.

Este es un ejemplo de una progresión de acordes en cualquier estilo contemporáneo:

(Los acordes de B7 y E7 no son parte de la tonalidad de Do mayor).

En este caso, el B7 del tercer compás ejerce como dominante secundaria del E- (tercer grado en la tonalidad de Do mayor). Luego el E7 actúa como dominante secundaria del A- (sexto grado en la tonalidad de Do mayor) antes de ir a la dominante de Do y terminar en la tónica.

Por otra parte, Piston indica que todas las formas e inversiones en las que la dominante normal de la tonalidad aparece, pueden usarse como dominante secundaria. Es decir, la tríada mayor, el acorde de séptima de dominante e incluso la séptima de dominante sin la fundamental (tríada sensible).

Con respecto a la resolución, se mantiene el principio V – I. Esto es, la dominante secundaria resuelve a la tónica secundaria.

La función principal de las dominantes secundarias es la de añadir color armónico y su uso ha enriquecido considerablemente el vocabulario armónico. 

En este artículo puedes aprender a utilizar las dominantes secundarias según la función de los acordes.

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